jueves, 5 de febrero de 2009

Bienvenidos

Yo, desde mi espacio sideral, digo que Jermán Argueta y Los Hijos del Santo Oficio, son un grupo de cuentería donde los relatos, la palabra que cuenta y el patrimonio de lo imaginario llegan y beben en la música milenaria y contemporánea.

Este proyecto artístico tiene su origen, primero, en el arte de contar cuentos y luego en musicalizar los relatos que vienen de la tradición oral y de la literatura universal. La música y la palabra son la suma de un viento como exhalación de sonoridades. Música y palabra son viento que viene desde la naturaleza humanizada.

Jermán Argueta, El Conde del Valle de Temascalcingo para muchos, empezó a fondear sus relatos, musicalmente, acompañado de Carlos Ollantay desde el año de 1996. Este fue el inicio. Ahora, la propuesta ha crecido cuando este cuentero creó a su grupo, Los Hijos del Santo Oficio. Esto ya es historia, porque ahora con la presencia de su director musical Oscar Contreras, que se incorpora en el año 2006, el proyecto se ha consolidado como patrimonio terrenal y divino. Con él llegan Helena Rivera Rico y Erick Olivares. Después se incorporan Daniel Balderas y Aldo Flores. Esta es la suma estética de la palabra y de la música.

En esta propuesta se dan cita la música barroca, clásica, con incursiones en lo medieval, lo celta, sin dejar a un lado las sonoridades contemporáneas. Así, Oscar con su violín, Helena con su guitarra acústica, Erick con su violoncello, Aldo y Daniel con gaitas, tambores y flautas (además de los instrumentos autóctonos que acompañan al grupo), y la palabra de Jermán Argueta, han creado este concepto que ya está plasmado, para los amantes de la palabra y de la música, en un primer disco que bien se titula La Sonrisa de la Calavera… Así, por los siglos de los siglos.

San Miguel Arcángel
Capitán de las Fuerzas Celestiales
En la muy Noble, Leal y Fidelísima Ciudad de México